Según el censo de 1815, la ciudad de San José tenía unos 11.500 habitantes. Para la época de la separación de Costa Rica de España (1821) superaba ya en población y recursos a la ciudad de Cartago, que había sido la capital del país desde el siglo XVI. Este desarrollo se vio acelerado por el surgimiento de plantaciones de café en sus alrededores en los decenios de 1820 y 1830.
A lo largo del siglo XIX se manifestaron los signos de la planificación urbana, con el sistema de cuadrícula español y la fundación de diversos templos.
A mediados de este siglo, la ciudad tomó un nuevo aire urbanístico, ya que se ampliaron las avenidas y se apostó por una arquitectura moderna en la ciudad. Se fundaron teatros, bancos, hoteles y edificios estatales, así como se establecieron los servicios de cañería, alumbrado público (1), tranvía y telégrafos .
Al iniciar el siglo XX el casco central josefino resultaba muy atractivo para el comercio, que creció desmesuradamente e inició la emigración de sus habitantes del centro de la ciudad hacia los alrededores más apacibles.
Fue a partir de entonces cuando la ciudad cambió su historia, aquel punto de inflexión en una ciudad que creció desordenadamente hacia las afueras, invadiendo cada vez más zonas semi rurales, olvidándose de su centro histórico, derribando su pasado y abandonando muchas veces su identidad.
En la actualidad la zona centro está casi deshabitada, pero se convierte en el lugar más importante de trabajo costarricense, el cual congrega durante el día a más de un millón de personas. A pesar de la gran afluencia de gente en San José, lamentablemente la mayoría de los usuarios estan de paso, la zona de encuentra desordenada, abandonada en términos de inversión inmobiliaria y caótica en términos de funcionalidad.
Sin embargo,a pesar de sus problemas, según estudios realizados en el ámbito de toda América Latina, San José sigue siendo una de las ciudades más seguras y menos violentas de toda la región latinoamericana, por lo cual pensar en proceso de repoblamiento en términos socio culturales resulta totalmente viable.
En los últimos años la municipalidad y los arquitectos han realizado esfuerzos en pro de un San José posible, mejorando el espacio público e incentivando el repoblamiento de la ciudad. Poco a poco, el paisaje josefino nos hace levantar más la mirada; torres y grúas ascienden en el cielo del Paseo Colon y La Sabana (2) intentando proponer una nueva forma de entender y vivir la ciudad.
Pero la recuperación de los centros urbanos es un efecto domino, donde el mejoramiento se esparce conforme se va implementando y poco a poco se transforman los espacios para que estos vuelvan a ser habitablemente agradables. Es un proceso que lleva años, esmerada planificación y voluntad política, y que conlleva múltiples aristas.
El proceso de repoblamiento de las ciudades viene acompañado primeramente por un proceso de renovación urbana, donde no únicamente se remozan los aspectos físicos, sino también requiere un cambio de comportamiento en la población, la cual se adapta a la dinámica propia de vivir en las ciudades y las responsabilidades y sacrificios que ello implica.
No es secreto que el modelo extensivo de ciudades (tipo norteamericanas) es un modelo excesivamente caro, de alto consumo energético y que se ha dado en países con grandes extensiones de terreno. Características no aplicables en Costa Rica. El tener que llevar redes de servicio a los extremos de la ciudad tiene un costo muy alto. La ciudad dispersa, que requiere grandes recorridos de automóvil para llegar de un lugar a otro, que consume amplias cantidades de terreno, muchas veces fértil para la producción de alimentos, atenta directamente contra el uso eficiente de los recursos.
Desde el punto de vista de la economía urbana sin duda resulta más ecológico vivir en las ciudades. Generar un modelo de ciudad mas compacto, más eficiente y más sostenible en términos económicos, sociales y ambientales es una tendencia mundial en la actualidad. Concentrar la densidad de la población en áreas determinadas, ahorra tiempo y dinero en el trasporte, lo cual es beneficiosos para la ecología urbana, especialmente con la incorporación del uso mixto, lo cual da la oportunidad de vivir y trabajar en la misma zona o en zonas próximas dentro de la misma ciudad. Con ciudades más compactas se amortigua el problema de desplazamiento y ocupación de vías y se aprovechan los servicios de la ciudad como tuberías, cloacas, pluviales, teléfono, luz.
A su vez, la renovación del los cascos históricos, sin duda implica también una reutilización de los edificios existentes, convirtiéndose en una excelente oportunidad para poner en valor el patrimonio histórico de la ciudad así como la arquitectura vernácula del país.
Es importante señalar, que para que este tipo de proyectos de repoblación sea posible es necesario que las municipalidades diseñen proyectos de uso público en las ciudades, tales como parques, plazas, aceras bien anchas y promover el uso mixto en planta baja. Otro aspecto medular en este concepto es mejorar el transporte público como la manera más económica y ecológica de moverse dentro de la ciudad.
Es cierto, San José no cuenta con todas las condiciones idóneas en este momento aunque se esta trabajando en ello, pero siempre el sector privado corre más rápido que el sector público. Como antes fueron las áreas de Escazú y Santa Ana (3), ahora es el turno de la capital , donde decenas de torres se levantan ante la promesa de una muy esperada revitalización de la capital. La apuesta de los desarrolladores por reconvertir los lotes abandonados o de mínima densidad en espacios mixtos para comercio, oficinas y vivienda ha convencido a cientos de nuevos inquilinos que hoy se suman a las poco mas de 5.000 personas que hoy habitan el casco central.
Sin embargo la capacidad de réplica de estos desarrollos en otros diseños para clases sociales mas allá de la clase alta es un desafío pendiente, así como el avance de las mejoras urbanísticas como creación de parques y avances en seguridad y transporte público. De que se logre afinar todas estas variables dependerá, en gran medida el futuro de San José y el éxito de esta aventura de “volver a la ciudad ”.
(1) El 9 de Agosto de 1884 se puso en operación una central hidroeléctrica en el Barrio Aranjuez, con lo que se pudieron iluminar unas 25 lámparas en el centro de San José; así que fue la tercera ciudad iluminada con energía eléctrica del mundo y la primera de América Latina, solamente superada por Nueva York y París.
(2) El Paseo Colón es una arteria principal de la ciudad que comunica el parque metropolitano La Sabana con el centro histórico de San José.
(3) El acelerado crecimiento de las zonas de Escazú y Santa Ana, al oeste de la ciudad durante la última década es un ejemplo de procesos de crecimiento extensivo: fincas y lotes medianos cambiaban de uso agrícola o de vivienda unifamiliar para albergar condominios y residenciales con cientos de familias de otras zonas, deseosas de disfrutar de la oferta de servicios y actividades de una zona en crecimiento.
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